Lo que podría (y puede) ser

(5 de noviembre, Terminal de buses de Osorno)

(I) fantasías 

Aunque otro te abrase y te bese
Yo te seguiré amando,
te seguiré pensando,
te seguiré soñando.

Hasta que no respire
o hasta que estemos juntos,
los dos juntos.
Tu y yo, mi amor.

(II) pensamientos 

No he dejado de pensar en la manera de tenerte a mi lado:
como cantar una canción,
cualquiera que te guste
o una que del gusto de los dos
hasta quedar sin voz.

Pero que nos quede suficiente aire
para besarnos hasta mañana
y la próxima semana.

Que sea permanente,
y repetirlo eternamente.

Compartir esos momentos
que antes hicimos como amigos,
sabiendo que ahora
podría ser distinto.

(III) recuerdos 

Todavía pienso en tu abraso,
reírme con tu risa,
en oír tu voz
y sentir tu olor.

Ese aroma que me viene,
cada vez que pienso en ti.

Y de esos momentos que estuvimos en el mismo metro cuadrado:
Cuando te graduaste,
te quedaste,
te fuiste
y nos despedimos, pero prometiste volver.

(IV) ansiedad 

Te esperé,
te quise hablar,
te quise llamar.

Mi ansiedad me privó
de tal oportunidad,
pensando en no molestar.

En el saber como estabas
o como te fue,
lo mismo que pregunta mi mamá.

Con la diferencia de poner algo que te puede gustar,
pero a distancia me cuesta mucho hablar.

(V) soñar 

De allí pensar
para cuando nos queda para besarnos
en un eventual hasta mañana
y para siempre.

Porque quiero verte,
eternamente.

Compartir lo que hicimos,
también lo que no pudimos,
como amigos.

O como quieras nombrar
lo que nos podría pasar,
si es que pasa.

Ojala, que así sea.